Crecen los fantasmas por la crisis institucional por temor a que Alberto Fernández se quede sin nafta

El próximo 14 de noviembre si se confirma la derrota del Frente de Todos, aparece la amenaza de un agravamiento de la interna oficialista, sino que además se agita el fantasma de una grave crisis institucional. Crece la preocupación en el mundo político y diplomático.

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Todo parece indicar que el Frente de Todos se encamina a una derrota probablemente más amplia que en las PASO en la mitad del mandato del presidente Alberto Fernández, que amenaza con resentir aún más la vida interna del oficialismo y agita el fantasma de una crisis institucional.

No hay peor interrogante en este país que se dude sobre el futuro de la gobernabilidad, sobre todo para el círculo rojo. Los empresarios y el sector financiero temen por lo que vaya a ocurrir desde acá al 10 de diciembre y perciben un 2022 muy complicado. También hay una mirada coincidente en el mundo diplomático acreditado en la Ciudad de Buenos Aires.

Los consejeros políticos de las embajadas más importantes gastan la suela de sus zapatos recorriendo el espinel informativo para trata de comprender lo que está ocurriendo. Según fuentes diplomáticas, en los informes que envían a sus respectivas cancillerías crece el nivel de preocupación frente a una eventual crisis institucional

La posibilidad de un desgate acelerado de la imagen de Fernández también es tema de análisis en el mundo político local, tanto en el oficialismo, como en Juntos por el Cambio. Lo que hace unas semanas atrás parecía una idea trasnochada ahora ya es contemplada como un escenario poco probable pero que no se puede descartar por completo.

Los diversos escenarios que se debaten plantean incluso interrogantes respecto a que podría llegar a ocurrir si el jefe de Estado decidiera o se viera obligado a dejar el cargo. Evidentemente asusta la simple idea de imaginarse la asunción de Cristina Fernández de Kirchner al frente del Poder Ejecutivo. “Sería una situación insostenible en todo sentido, sobre todo por el nivel de rechazo que genera su figura en cada vez más amplios sectores de la sociedad”, dice un vocero del establishment del peronismo.

Otros creen que ella, en ese caso, implementaría una movida para forzar una Asamblea Legislativa que defina al dirigente que debiera completar el mandato de Alberto. La supuesta búsqueda de un consenso para darle gobernabilidad a ese proceso. Por ahora, política ficción. Pero no deja de ser todo un dato que haya gente informada que debata estas cuestiones. Hasta en el sindicalismo peronista llegaron estas conversaciones, finos conocedores de los vericuetos del poder: ¿podrá Fernández llegar como presidente hasta el 10 de diciembre de 2023? Una de las respuestas que va a depender de Cristina y los gobernadores del PJ.

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