Matando al mensajero
El médico me dijo que estoy muy excedido de peso, que debo urgente comenzar una dieta. ¿Cómo se atreve a decirme eso?.
Por Gabriel Sullivan
Lic. en Economía (UBA), International Tax Program (Harvard Law School), Ex profesor de Economía Internacional de UDEMN.
La semana pasada, la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, con referencia a las políticas que el gobierno, en conjunto con el organismo internacional, está implementando, expresó que «Estamos empezando a ver que el programa realmente funciona. Nuestra evaluación es que la economía argentina está en un punto en el que va a repuntar” y transmitió un mensaje a nuestros futuros candidatos a presidente, expresando que “Ahora que se ha realizado tanto trabajo duro, en un programa donde la protección social siempre ha sido una de nuestras tres prioridades clave, sería una tontería por parte de cualquier candidato dar la espalda al trabajo en curso”.
Asimismo, el jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo internacional, Alejandro Werner, señaló que el FMI tiene “una confianza importante de que si Argentina continúa con los lineamientos, que son la base de diseño del programa, el país logrará corregir los desbalances macroeconómicos”. No obstante, el directivo aclaró que se trata de “un proceso largo”.
A estas expresiones de la Directora Gerente y del referido Jefe de Departamento, algunos de los posibles candidatos realizaron las siguientes observaciones:
- . «Argentina es un país soberano y sobre nuestro camino opinamos los argentinos. El FMI sólo le prestó plata a la Argentina, no la compró».
- . «Lo único que está repuntando es la deuda, la inflación, el cierre de Pymes, el desempleo y los tarifazos».
- .»El programa económico no funciona porque el Gobierno eligió un mal camino, asociado al FMI, y ese camino perjudica a los argentinos. Los argentinos somos soberanos y vamos a elegir un nuevo gobierno en octubre, construir una nueva mayoría y renegociar el acuerdo con el FMI».
- . “El responsable del FMI dijo que el caso argentino `es un proceso largo´. Quizás ha llegado el momento de explicarle, civilizada y técnicamente, que nuestra sociedad lleva ocho años de retroceso. No soportará -como indujeron a Grecia- 10 años de ajuste”.
¿Qué es el FMI?
Hace dos semanas estuvo en el país el Ministro de Finanzas de Dinamarca. En el marco de una entrevista, al preguntársele sobre cómo ve la economía la economía del país contestó que tiene confianza en el futuro de la misma y que, de hecho, su país había sido uno de aquellos que había aprobado, por parte del FMI, el otorgamiento del préstamo de US$ 57.000 millones que el organismo había brindado a la Argentina.
El FMI es un organismo internacional cuyos miembros son 189 países, es decir, la casi totalidad de los países del globo. Está gobernado por un Comité Ejecutivo, integrado por representantes de 24 países (algunos países representados en forma permanente en el mismo y otros que alternativamente van representando a los restantes países miembros, agrupados por regiones). Este Comité Ejecutivo es presidido por un Director Gerente, actualmente la Sra. Christine Lagarde.
El Comité Ejecutivo rinde cuentas a la Junta de Gobernadores, integrada por un representante de cada uno de los 189 países miembros, la cual se reúne una vez al año.
En cuanto a los fondos que administra el FMI, los mismos provienen de las cuotas que aportan sus 189 países miembros, cuota que se le establece a cada país en función de la relevancia relativa de sus respectivas economías, considerando el valor de su PBI.
Entre las funciones del FMI se encuentra la de prestar asistencia a aquellos países miembros que tengan dificultades en su balanza de pagos. La balanza de pagos de un país es un registro de las transacciones de un país con el resto del mundo. De manera muy simplificada, podríamos decir que la balanza de pago nos informa las fuentes de ingresos y egresos de divisas de un país.
Un país tiene dificultades de balanza de pagos cuando sus egresos de divisas supera el ingreso de divisas.
Básicamente, un país tiene tres fuentes de divisas:
- Préstamos, que principalmente obtiene a través de la colocación de títulos públicos que el Estado emite (cuyo valor conjunto es lo que comúnmente se denomina como “deuda externa”). También incluyen, entre otros, préstamos otorgados por bancos internaciones de fomento, como el BID o el Banco Mundial.
- Inversiones Extranjeras Directas, que es el nombre con que se designa a las inversiones que extranjeros realizan en el país a través de la compra de empresas existentes o a través de la creación de nuevas. Cuando un extranjero invierte en empresas en el país, trae divisas que cambia por pesos. Es decir, ingresan divisas.
- Saldo positivo de la Balanza Comercial. La Balanza Comercial es el registro de las exportaciones e importaciones de un país. Si las exportaciones superan a las importaciones se dice que se tiene un superávit comercial. El superávit comercial significa un ingreso de divisas al país.
La Balanza de Pagos de Argentina
La balanza de pagos argentina, en los últimos años, ha presentado las siguientes características:
- Un ingreso de moneda extranjera que tenía como destino la adquisición de títulos públicos, ya sean títulos emitidos en moneda extranjera o pesos. Los títulos en pesos argentinos fueron muy atractivos por presentar tasas altas contra un valor de la moneda extranjera que crecía menos que la inflación. Es decir, cuando los inversores cobraban sus capitales e intereses en pesos, y los repatriaban a sus países de origen, habían obtenidos rendimientos en dólares elevados comparados con los que podrían haber ganado en la mayor parte del resto del mundo.
- Salidas de divisas para atender el pago de capital e intereses de los títulos públicos emitidos en el pasado por el Estado (Tesoro o Banco Central de la República Argentina).
- Un decrecimiento en la inversión extranjera directa. La Argentina, de haber sido por décadas el tercer destino de las mismas en América Latina (luego de Brasil y México), ha descendido posiciones a partir del 2001, ubicándose a partir de 2008 en el quinto lugar, luego de Brasil, México, Chile y Colombia. Es decir, nuestro país ha perdido atractivo para la inversión en actividades productivas (ya sea en empresas ya constituidas o por la creación de nuevas).
- Balanza comercial negativa, es decir, las importaciones superando a las exportaciones (en millones de dólares, 2017: – 8.300; 2018: -3.882).
- Una balanza turística negativa (egresos por viajes al exterior superiores a los ingresos por turismo extranjero en el país). En miles de millones, 2011:-US$ 1.124, 2012:-US$ 4.648; 2013:-US$ 8.694; 2014:-5417; 2015:- 8404; 2016:-US$ 8289; 2017:-US$10.456.
De la interacción de estos aspectos resultó una balanza de pagos que implicaba que cada vez se necesitara más endeudamiento (emisión de títulos) para financiar la salida de dólares. O sea, el país se volvió cada vez más dependiente de la deuda externa para atender pagos de deudas pasadas, importaciones que superaron a las exportaciones y turismo en el exterior. Es decir, el país demandaba, en forma creciente, cada vez más divisas que las que generaba. Esto aumentó la ya abultada deuda externa oportunamente defaulteada y renegociada. Actualmente, se calcula que la deuda externa del estado nacional es de aproximadamente US$ 330.000 millones de dólares (equivalente, según la CEPAL, al 97,7% del PBI argentino, es decir, equivalente al valor de los bienes y servicios que la Argentina produce en un año).
Este proceso de continuo incremento de endeudamiento a través de la emisión de títulos públicos se verificó hasta mayo del año pasado. A ese momento aquéllos que compraban nuestros títulos (bonos) comenzaron a percatarse que nuestro país era cada vez más dependiente del financiamiento externo, que no aumentaba la generación de dólares genuinos, derivados de inversiones productivas o de exportaciones que superaran a las importaciones. Ello implicó que nuestro país debía comenzar a ofrecer una tasa cada vez más elevada por los fondos que pedía prestados e incluso que otros inversores decidieran vender sus títulos argentinos. Es decir, comenzaba a vislumbrarse que la Argentina podría llegar a tener lo que antes mencionamos como problemas de balanza de pagos.
En el marco de ese escenario la Argentina recurre al FMI, organismo internacional que, como comentamos, entre sus funciones tiene la de asistir a los países con dificultades en su balanza de pagos. Consecuentemente, el FMI decide otorgarnos un préstamo de US$ 57.000 millones, el cual va desembolsando en forma parcial de manera periódica.
Ahora bien, el FMI nos otorgó ese préstamo, pero su intención no es simplemente prorrogar en el tiempo la ocurrencia de una crisis de balanza de pagos sino evitar esta última, por el bien de la propia economía argentina, la estabilidad financiera global y a los efectos de recuperar los fondos prestados originados en los aportes de los 189 países miembros del organismo.
A tales efectos, el FMI impuso la instauración de varias medidas de política económica, entre las que podemos mencionar, en forma resumida, como las tres más importantes, a las siguientes:
a) Controlar el crecimiento de la base monetaria. En otras palabras, contralar el crecimiento de la cantidad de dinero existente en la economía. La razón es contener el proceso inflacionario que, entre sus causas, encuentra al referido aumento de la cantidad de dinero en la economía.
b) Lograr un presupuesto fiscal equilibrado. Es decir que los ingresos del fisco representados por la recaudación tributaria igualen a los egresos del mismo. Esto es fundamental, ya que el Estado no tiene capacidad para seguir endeudándose, y la financiación con emisión monetaria pondría más presión a la inflación. Al respecto, el FMI ha aprendido de experiencias pasadas, y busca que su exigencia en el control del gasto público no afecte a las partidas destinadas a la asistencia social de los sectores más vulnerables de la población.
c) Establece una banda de flotación cambiaria, es decir, un valor mínimo y máximo entre los cuales fluctuará el valor del dólar.
c.1) Con el valor mínimo, el FMI busca:
c.1.1.) Evitar que el dólar tenga un valor “barato” que favorezca las importaciones y perjudique las exportaciones. Es decir, el FMI busca un valor del dólar que permita balanzas comerciales superavitarias, la única fuente genuina que hoy por hoy tiene el país para generar las divisas que precisa para atender sus obligaciones externas. Las inversiones extranjeras directas, otra de las fuentes de divisas, serán consecuencia de un futuro ambiente económico más estable y confiable.
c.1.2) Un crecimiento de las exportaciones que sea motor del crecimiento de la economía, de manera tal de “salir” de la recesión, generar empleo, ganancias empresarias y con éstas un consecuente aumento de la recaudación tributaria.
c.2.) Con el valor máximo de la banda, el FMI busca evitar una escalada del valor del dólar que lleve a una generación de desconfianza tal que desestabilice la economía como así también su repercusión en la inflación (a través de su traslado a precios, denominado “pass through”). Aquí juega un papel fundamental la oferta de divisas que el BCRA puede efectuar gracias a los fondos aportados por el organismo internacional.
Estado de implementación de las medidas y resultados
Al respecto, se puede mencionar:
- Que se ha controlado la expansión de la base monetaria y reducido el déficit fiscal. Esto último ha afectado el nivel de actividad económica y de recaudación tributaria. Se aguarda aún que este control de la base monetaria y reducción del déficit fiscal empiece a dar resultados en cuanto a la reducción de la inflación.
- Una amplia reducción del déficit comercial entre el año 2017 (-US$ 8.300 millones) y el año 2018 (-US$ 3.882 millones), previéndose su reversión a través de un superávit comercial que en 2019 se estima llegaría a unos US$ 6.000 millones de dólares. Al respecto cabe comentar que comparando el mes de febrero de 2018 con el de 2019, se ha pasado de un déficit comercial de -US$ 892 millones en el primero a un superávit de US$ 460 millones en el segundo, encontrándose entre sus causas un aumento comparando ambos meses en la cantidad exportada de 6,7% a pesar de la disminución comparando ambos meses del 2,9% en los precios promedio de los productos exportados. Es de esperar que este superávit crezca aún más en 2020, produciendo un círculo virtuoso que resultará en la salida de la recesión económica.
De lo expuesto se puede entender que si bien algunas de las medidas impulsadas por el FMI aún no han dado los resultados esperados, otras sí lo están haciendo. Se considera que de perseverar en la aplicación de las mismas se podrá llegar a contener la inflación, generar dólares genuinos para atender nuestros compromiso externos y lograr una reactivación de la economía que genere empleo, ganancias empresarias y como consecuente de éstas un aumento en la recaudación tributaria (contribuyendo esto último a la reducción de déficit fiscal).
Teniendo en cuenta lo presentado se puede apreciar lo indicado por la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, cuando pide a los candidatos a presidente que no se malogre el esfuerzo que se ya se ha realizado (la reducción del déficit y un mercado cambiario que, en un contexto internacional difícil, se ha mantenido relativamente estable favoreciendo el logro de una balanza comercial que genere dólares genuinos, originados en la actividad productiva de la economía argentina).
Conclusión
De lo expuesto se puede concluir:
- Que la Argentina estaba financiando un creciente egreso de divisas con un endeudamiento cuyo continuo aumento no era sostenible en el tiempo.
- Que la falta de generación por parte del país de “dólares propios, genuinos”, vislumbraba la ocurrencia de problemas en la balanza de pagos.
- Que el FMI, atendiendo a uno de sus fines, respondió a la solicitud de asistencia del gobierno argentino.
- Que el FMI es un organismo integrado por 189 países miembros, los cuales, sobre la base del tamaño de sus economías, aporta fondos al mismo a los efectos de poder asistir a miembros con problemas de balanza de pagos.
- Que el FMI otorgó a la Argentina un préstamo de US$ 57.000 millones.
- Que el FMI requirió como contrapartida una limitación en el crecimiento de la base monetaria (cantidad de dinero en la economía), reducción del déficit fiscal y una banda de flotación cambiaria. Con estas medidas, el FMI busca evitar una crisis de balanza de pago, bajar la inflación, generar crecimiento económico y que el país pueda atender sus obligaciones de deuda (incluyendo la devolución del préstamo que le ha brindado, fondeado con fondos provistos por los 189 países miembros del organismo).
- Que si bien aún no se ven los resultados en materia inflacionaria de las medidas acordadas con el FMI, sí se los aprecia de manera contundente en los sucesivos saldos superavitarios mensuales de balanza comercial que se vienen verificando a partir de septiembre del año pasado, poniendo de manifiesto que el país se está haciendo de dólares propios, generados por su propia actividad productiva.
- Que se entiende que el crecimiento de las exportaciones finalmente resultará en la salida de la recesión económica.
En fin, se aprecia que de perseverarse en las políticas impulsadas por el FMI se lograría revertir el proceso inflacionario y la recesión económica. Cabe señalar que la necesidad de tomar medidas para contener la inflación, evitar que el Estado gaste más que lo que recaude y lograr reactivar la economía es precisa independientemente de que nos la señale el FMI. En mi fuero íntimo, yo ya sé que debo bajar de peso, no era necesario que me lo haya tenido que decir el médico. No matemos al mensajero.
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