En un duro comunicado, denunciaron la incorporación de personal sin experiencia ni respaldo técnico en altos mandos portuarios.
La Unión Personal Superior Ferroviario (U.P.S.F.), gremio que nuclea a la mayoría absoluta de los trabajadores del Consorcio de Gestión del Puerto Dock Sud, se movilizará este martes desde las 10 de la mañana al ingreso de las terminales del puerto de Avellaneda, en rechazo a distintas decisiones administrativas que tomó la nueva titular del consorcio, Mónica Litza.
El gremio había declarado el estado de alerta la semana pasada, y ante la persistencia de las medidas contra los trabajadores, decretó la movilización que interrumpirá el normal funcionamiento de las terminales portuarias de la provincia de Buenos Aires.
Dock Sud es uno de los principales puertos de contenedores de la provincia, y su paralización generará importantes pérdidas para el sector logístico argentino.
En un duro comunicado, desde UPSF denunciaron la violación del convenio colectivo de trabajo por la incorporación de personal sin experiencia ni respaldo técnico en altos mandos portuarios, al tiempo que cuestionaron el desplazamiento de personal de carrera sin ningún tipo de explicación ni motivos.
El gremio, que nuclea al personal superior del mundo ferroviario y portuario, también exigió “el cese de prácticas violentas para la institucionalidad del Puerto, incluyendo la presencia de fuerzas policiales dentro del edificio administrativo”.
Conflictivo recambio de autoridades
Presentada el 10 de diciembre como nueva presidenta del Consorcio de Gestión que conduce al puerto de Dock Sud –aunque aún no fue formalmente designada– la ex diputada nacional Mónica Litza reclamó inmediatamente el desplazamiento del personal de carrera, así como la incorporación de al menos 15 personas de su equipo en cargos directivos, y la asignación de autos y choferes para el personal a su cargo.
En un mensaje a las autoridades, desde UPSF cuestionaron “una forma de asumir funciones autoritaria y violenta”, por parte de la ex legisladora nacional y su equipo, cuando la propia Litza aún no se había presentado ante los trabajadores del puerto.
Además, reafirmaron su deseo de “no volver a tiempos oscuros, en los que el puerto estuvo politizado y tomado por interesas ajenos a los trabajadores y el desarrollo portuario”.
Y concluyeron destacando el “compromiso de defender un puerto transparente, técnico y profesional, donde los trabajadores portuarios sean protagonistas y el interés que prime sea el desarrollo portuario en beneficio de la Provincia de Buenos Aires”.
