El Papa Francisco, ¿es populista?

La nueva encíclica del Sumo Pontífice ha generado mucha polémica, y sobre todo, más dudas que certezas. Y como no podía ser de otra manera, tuvo su repercusión en la Argentina, porque Jorge Bergoglio es argentino.

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A partir de la polémica nueva encíclica, se nota un Jorge Bergoglio diferente al de hace un tiempo, que parecía ser más crítico con el liberalismo que con el populismo.

Esta corriente social de la iglesia que se propone no ha repercutido tanto en otros países de Latinoamérica como en la Argentina. Y eso se debe a que la conferencia episcopal es hoy hegemonizada por obispos que responden a la línea política y a la mirada que tiene Francisco.

El Papa deja esas dudas en el planteo que hace más hincapié, como la tradición social de la iglesia, sobre el neoliberalismo. También, de plantear lo del derecho de propiedad como un derecho social secundario. Polémicas que tienen su repercusión en la Argentina, porque Bergoglio es argentino.

En ese sentido, Elisabetta Piqué, corresponsal de LN en Italia, opinó que el Papa ha puesto todos los grandes temas que marcaron este pontificado. “Veo una suerte de gran testamento espiritual”, dijo. Y agregó: “Migrantes, refugiados, el sistema económico que él destaca, y cómo la política en los últimos tiempos se ha degradado totalmente”.

“Creo que es interesante cuando dice volvamos a una buena política”, destacó Elisabetta.

Además sostuvo que “él (Francisco) sabe que lo acusan de comunista e izquierdista cuando dice que aplica la doctrina social de la Iglesia”. “Critica mucho las ideologías y tiene una claridad de comunicación que es mucho más directa que sus antecesores”, aseguró.

Por su parte, José María Pierier, de la revista Criterio, afirmó que cada vez que a la Iglesia entran muchos temas específicos “corre mucho riesgo”.

“Cuando la pretensión es hablar a medio mundo, la cosa se torna un poco ambigua”, expresó.

Pierier consideró que los denominados “sectores de izquierda” están un poco “superados por la historia de los acontecimientos”.

Y destacó que el Papa “tiene un gran carisma en la comunicación popular”. “Al mismo tiempo, es un hombre de una lectura que quedó un poco superada por los hechos. Considero que la función de un Papa es eminentemente religiosa”, añadió.

En tanto, el historiador Loris Zanatta, manifestó que Francisco, con palabras más diplomáticas, “divide al mundo en un pueblo y un antipueblo”. “Mientras aquellos sectores de la capa media que han logrado salir de la pobreza, muchas veces les dan la espalda y dejan de ser pueblo”, remarcó.

“Y cuando Cafiero (por el jefe de Gabinete) dice los otros no son el pueblo, están basados en esa mismo visión. Esta idea de pueblo es el fundamento del populismo”, concluyó.

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